Capítulo 88 Al señor Samuel podría haberle gustado Dolores

Susana tuvo que admitir: —La verdad, es una muy buena idea. —Entonces, ¿qué opinas? —preguntó Julián, mirándola con firmeza. —Lo hablamos después. Si la persona que te gusta aún no acepta estar contigo, y para entonces yo tampoco he encontrado un compañero adecuado para casarme, lo consideraré —respondió Susana con solemnidad. Los ojos de Julián, oscuros y profundos, se clavaron en ella. —Te esperaré. Susana lo acompañó hasta la salida. ... Al día siguiente. Después de desayunar con sus padres, Susana fue a inspeccionar el lugar del proyecto que se presentaría en la licitación. Susana, Samuel y Mariana recorrieron todo el día el sitio y, llegada la noche, ella los llevó a un restaurante con una vista privilegiada, desde donde se podía contemplar toda Santa Aurelia. —El buen ojo de Susana sigue intacto —elogió Samuel—. Ese sitio que elegiste es, sin duda, el mejor. —Entonces, cuando llegue el momento, pondremos todo nuestro esfuerzo en este proyecto —dijo Susana. —Así será. El ambiente