Capítulo 87 ¿Qué tal si te casas conmigo?
—No —murmuró Julián—. ¿Dos cenas nada más? Eso no alcanza.
—Las que quieras. —Susana lo miró con sus ojos grandes y brillantes. El corazón de Julián se ablandó de inmediato. —De acuerdo.
Julián volvió a quedar encerrado en el armario.
Susana se puso un pijama limpio y abrió la puerta.
Mariana la observó con una sonrisa afectuosa y la tomó de la mano para sentarla en el sofá. —Cariño, hace tiempo que no te veía y estás todavía más guapa.
—Mamá, siempre te gusta halagarme —respondió Susana con una sonrisa.
—Estoy diciendo la verdad. Mi niña es única. Lo que pasa es que no te gusta aparecer en público; si no, ¿crees que la primera dama de Monteverde seguiría siendo esa otra mujer? —comentó Mariana con orgullo.
—No me importan esas vanidades.
—Así son los verdaderamente excelentes, no se preocupan por cosas superficiales —dijo Mariana con los ojos entrecerrados y una sonrisa—. Pero, Susana, ya tienes la edad. En todos estos años, ¿no ha habido nadie que te guste?
Susana entendió de inmedia

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