Capítulo 225
Wálter, con la mano que sostenía el tenedor, no pudo evitar apretarla con fuerza.
Él, sin pensarlo dos veces, les dijo: —Mamá, ¿acaso no estabas trabajando también?
Lucía, sorprendida, ¿quizás Wálter realmente la ayudaría?
—¿Mi trabajo? ¿Qué era? — Ana golpeó la mesa con descontento total, —tu padre me guió paso a paso, ¿pero ella?
No necesitaba preguntar, sabía de antemano que Lucía no trabajaba en el Grupo Nubes.
Después de todo, la familia Fernández no se dedicaba al diseño de interiores.
Brisa, fingiendo estar desconcertada, dijo, —Señora Ana, no se enfade por eso, Walt también quería ayudarla, pero ella no entendió los asuntos de la empresa y, además estoy yo para ayudar a Walt en lo que necesite, por lo tanto, no la necesitábamos a ella...
—Eso no era problema de ella, solo era problema de Walt.
Ana estaba enojada por Wálter, —como hombre, ¿cómo podía ser esposo y dejar que su esposa soportara el terrible ánimo de otros? ¿Creía que era simplemente una mujer indeseable que simplem

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