Capítulo 79 No la vuelvas a tocar

Por la diferencia de estatura, la punta de la nariz de Mariana chocó contra el pecho de Enrique. No pudo evitar soltar un leve quejido, y sus pasos retrocedieron de manera instintiva. Pero, al instante, Enrique, casi por reflejo, le rodeó la cintura para evitar que se golpeara contra el empleado que estaba detrás. Así fue como Mariana quedó atrapada entre sus brazos. El abrazo, ancho y cálido, la dejó completamente inmóvil. Debería apartarlo. En todos esos años, aquel sentimiento ardiente que alguna vez él le tuvo ya se había extinguido por completo. Y ella, hacía mucho tiempo que... se había decepcionado. Pero, aunque esa voz interior resonaba con tanta fuerza, cuando las manos de Mariana se posaron sobre su pecho, se quedaron allí, quietas. No fue hasta que Enrique la soltó primero que el calor se disipó y Mariana volvió en sí. Alzó la mirada hacia él. —Descansa. Dicho eso, Enrique ya se había girado para irse. Mariana permaneció unos segundos de pie en el mismo lugar, hasta que reco