Capítulo 115

Punto de vista de Suzie Yacía sobre el frío piso de cemento de la mazmorra, en medio de un absoluto silencio. De pronto, percibí un ligero tintineo de gotas que caían de las grietas del techo y abrí los ojos gimiendo. Como mis manos todavía estaban atadas, me empezaron a punzar de dolor, ya que las había tenido en la misma posición durante varios días. Cualquiera consideraría mi celda como un lugar inhabitable, sin embargo, había sido mi refugio durante los últimos días. La soledad ya había encontrado un buen sitio en mi alma, ya que ​​mi única compañía eran algunas cucarachas y un par de arañas que de vez en cuando pasaban a mi lado. Mis ojos vagaron por el cuarto, tratando de distinguir los objetos a mi alrededor, pues ese sitio estaba iluminado solamente por un tenue reflejo que se deslizaba a través de la pequeña ventana ubicada en lo alto del muro. Supongo que la habían puesto ahí para que fuera imposible asomarse al exterior. Miré hacia el hueco donde entraban los rayos de luz y