Capítulo 81 Sálvame
¡Paf!
Eleazar levantó la mano y le dio una cachetada a Angélica.
Con la mejilla ardiendo, Angélica se cubrió la cara, con los ojos llenos de sorpresa y agravio, y también de lágrimas.
Miró hacia arriba, obstinadamente rehusándose a dejar caer las lágrimas.
Inés, así como Celia y Wálter en la puerta, también se quedaron mirando boquiabiertos.
El Eleazar de antes nunca habría abofeteado a Angélica, ni siquiera hablaba en voz alta.
Se podría decir que le había dado todo su amor paternal a Angélica.
Eleazar, furioso, la señaló:
—¡Te he criado para que me devuelvas el favor, y haces esto! Dijiste que me compensarías, ni siquiera quieres ser la esposa del presidente, ¿cómo piensas compensarme?
En ese momento, Celia se acercó a Eleazar para calmarlo, —Papá, no se enfade, la salud es lo más importante, si Angélica no le respeta, Wálter y yo sí lo hacemos.
—¡Mira, ni siquiera eres como Celia!
Eleazar se sentó de nuevo, su rostro se oscureció de ira.
Celia volvió a servir a

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda