Webfic
Buka aplikasi Webfix untuk membaca lebih banyak konten yang luar biasa

Capítulo 288

Ella apenas se fue, César empujó la puerta y entró, colocándose respetuosamente frente a Pedro, con la mente ágil. Esos guardaespaldas, en efecto, pertenecían a don Iván. En ese momento iban de camino a la casa de los Guzmán, y si el jefe Pedro no intervenía para detenerlos, lo que Lorena había dicho llegaría sin duda a oídos de Don Iván. Había entrado ahora precisamente para observar la actitud del jefe Pedro. César no dijo nada y esperó en silencio. Pero pasaron diez minutos, y Pedro seguía revisando los documentos en la misma postura. El sonido de la pluma rozando el papel se escuchaba con particular claridad. Cuando el tiempo estuvo por llegar a los quince minutos, César se atrevió a preguntar con cautela: —¿Jefe Pedro, desea que los detenga? La pluma en la mano de Pedro se detuvo por un instante, sus ojos brillaron levemente, y luego volvieron a mostrarse tranquilos. —No hace falta. —Pero... Si no los detenían, don Iván realmente actuaría. A veces, César no lograba entender qué er

Klik untuk menyalin tautan

Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik

Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda

© Webfic, hak cipta dilindungi Undang-undang

DIANZHONG TECHNOLOGY SINGAPORE PTE. LTD.