Capítulo 289
Pedro sacó un pañuelo y se limpió la comisura de los labios con indiferencia. —Sí, pero tú no puedes permitirte ese regalo.
Lorena se sintió un poco incómoda. Si se trataba de competir en poder adquisitivo, nadie en Costadorada podía igualar a Pedro.
Reflexionó durante un buen rato y, de pronto, esbozó una sonrisa, como si ya supiera qué regalarle.
Respiró hondo. —Jefe Pedro, voy a elegir un regalo. Si resulta ser de tu agrado, ¿podrías contarme lo relacionado con ese terreno?
Pedro alzó levemente las cejas. Al ver la expresión tan segura de ella, en su mirada asomó un destello de expectativa.
Bajó las pestañas, ocultando esa emoción. —Ajá.
Como Lorena ya había decidido que iba a hacer un regalo, no tenía sentido seguir quedándose allí. Salió del hotel de inmediato y comenzó a contactar a Andrea.
Andrea, al enterarse de que ella estaba preguntando por la apariencia de la señorita Yolanda, se mostró algo sorprendida.
—Lorena, ¿para qué preguntas eso?
—Andrea, si tienes alguna foto de el

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda