Capítulo 640

Nada más regresar a Jardines de la Paz, Pedro llamó al médico para que la revisara. Lorena, desde que se tumbó en la cama, no dejó de decir que tenía calor. El resultado de la revisión del médico fue igual que el que había dicho Fabián: era un efecto secundario del fármaco prohibido, no había nada que hacer. La expresicón de Pedro se ensombreció por un instante y ordenó que llenaran una bañera con agua fría para meterla dentro. Pero Lorena no sentía el frío del agua en absoluto; seguía sudando por la fiebre en la frente, con todo el cuerpo ardiendo como si estuviera en llamas. —Cariño, sigo teniendo mucho calor. Pedro, en ese momento, no estaba en la silla de ruedas, sino que estaba agachado junto a la bañera; al ver el desconcierto en la mirada de ella, apartó la vista a la fuerza. Pensó en lo que ella le había dicho aquel día, que sentía que estaba sucia. No se atrevió a tocarla mucho; con la punta de los dedos sujetó el borde de la bañera, con la mirada baja. —Quédate un rato y se t