Capítulo 133
En cuanto Rubén escuchó la palabra "dinero", sus ojos brillaron y aceptó de inmediato: —Dime, ¿qué quieres que haga?
Dado que el conductor estaba presente y había cosas que no convenía decir delante de él, Paula le pidió que bajara del auto y esperara a un lado. Una vez a solas, Paula habló:
—Voy ahora mismo a Villa de los Cielos. Ángeles también está allí. Es un lugar rural perfecto para... deshacerse de alguien. Quiero que mates a Ángeles. ¿Te atreves?
Rubén se quedó atónito por un momento, pero luego estalló en carcajadas. —¿Eso es todo? Bueno, primero dime, si te hago este favor, ¿cuánto me vas a pagar?
—Ciento cuarenta mil dólares. Ni un centavo más.
—Mi querida hermana, ¡estamos hablando de matar a alguien, no de matar un cerdo! ¿Pretendes que me conforme con ciento cuarenta mil dólares? ¿Qué crees que soy, un mendigo?
Desde que Rubén había conseguido siete millones de dólares en el pasado, su ambición se había disparado.
Incluso los cinco millones que Paula le había o

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda