Capítulo 17

—Gloria, ¿qué te gustaría cenar esta noche? Francisco empujaba el carrito de la compra mientras caminaba junto a ella por el supermercado. Gloria sonrió y mencionó varios platos; Francisco aceptó cada uno de ellos. La sonrisa se le reflejaba en los ojos y apretó un poco más la mano que tenían entrelazada. Ambos salieron por la puerta principal del supermercado, el carrito rebosante de compras. —Quiero volver primero a la cafetería para organizar los granos de café que vamos a usar mañana —dijo ella, sacudiendo la mano que compartían—. Francisco, ¿quieres venir conmigo? Francisco le besó la frente. —Por supuesto. Toda la escena de su dulce convivencia quedó grabada en los ojos de otra persona. De repente, Abelardo se acercó y, con fuerza, tiró de Gloria hacia sus brazos, sus ojos llenos de posesividad. —¡Glori! —Le sujetó los hombros con fuerza, y la besó en la frente, dominado por los celos. —¡¿Cómo puedes?! ¡¿Cómo puedes dejar que otro hombre te toque?! —¡Glori, cómo puedes hacerme es