Capítulo 310

El jefe me miró con los ojos entrecerrados, y supe que no estaba nada satisfecho con mi respuesta a medias. Por un momento, me pregunté si ya había tenido una conversación similar con Osirio, y luego me di cuenta de que probablemente sí, y probablemente más de una vez. Quizás presionar a Osirio no parecía surtir efecto, así que el viejo cambió su enfoque para presionarme directamente. Tenía que admitir que sus métodos estaban funcionando. Estaba realmente presionado y asustado. Aún recordaba nuestras interacciones pasadas y su desesperado anhelo de que Osirio tuviera un hijo para continuar el legado y el negocio familiar. Osirio no estaba entusiasmado con tomar el control y, por lo que pude ver, tampoco parecía entusiasmado con engendrar un heredero que cumpliera los deseos de su padre. El jefe se levantó antes de tirar algo sobre la cama. Mis ojos se dirigieron de inmediato al pequeño objeto que yacía en la cama, cerca de mí, y enseguida vi que eran las pastillas anticonceptivas que u