Capítulo 51

Finalmente, los dos hombres llegaron al coche que los estaba esperando. Luego Lucas abrió la puerta y entró con Osirio. Aunque quería decirle algo, no estaba seguro de si debería hacerlo; sin embargo, no tenía nada que perder... "Osirio, muchacho, no creo que lo que pasó fuera tu culpa…" susurró Lucas, dirigiendo sus palabras sólo hacia los oídos de su amigo. "Gracias… pero sí fue mi culpa…" susurró este, sin dudarlo, antes de sonreírle un poco tristemente. De esa manera terminó aquella conversación y Lucas no pudo encontrar una respuesta para convencer a Osirio de lo contrario. Luego el hombre suspiró una vez más, echó la cabeza hacia atrás y cerró los ojos, pensando que ese trabajo se estaba volviendo demasiado para su mente cansada. … El viaje al hospital fue silencioso y yo había ido en el asiento trasero de una gran limusina, con dos hombres vestidos de negro a cada lado. En ese momento me sentía como un prisionero al que llevaban a un tribunal para ser juzgado. Para colmo, me tra