Capítulo 28
—En todo esto, el mayor beneficiado fuiste tú.
Lourdes se soltó con disgusto. —No soy una tonta. Si uno deja de ver las apariencias, puede deducirlo.
Mientras hablaba, sonrió.
Ella no era incapaz de hacer cálculos, solo no quería hacerlos.
Pero, tras años de decadencia, había comprendido una verdad.
Aparte de su hija y Valeria, nadie a su alrededor era capaz de tratarla bien de forma incondicional.
—Ya veo.
Ignacio sonrió con amargura.
No sabía por qué, pero al ver la frialdad en esa mujer, sintió cierto alivio.
Finalmente, no tenía que seguir ejecutando su plan. Podía mirar de frente sus verdaderos sentimientos hacia ella.
—Pronto presentaré mi renuncia.
Al ver que él había bajado la máscara y mostrado su verdadera cara, ella suavizó un poco su expresión.
—Ignacio, ¿alguna vez ha tratado a alguien con sinceridad?
Al formular esa pregunta, ella misma sintió que era absurda.
—Perdón, he hablado de más. No tiene que responderme.
—Claro que sí.
Ignacio sonrió y la pasión en su mirada no s

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda