Capítulo 888
A simple vista, no parecía diferente a cualquier otro bolígrafo.
Ana estaba a punto de desenroscar el bolígrafo para revisarlo nuevamente cuando, de repente, Alejandro dijo: —Esto... no es mi bolígrafo.
Al escuchar esto, Ana se giró hacia él: —¿No es tu bolígrafo?
—Nunca lo he usado. —Respondió Alejandro, con una ligera duda en su mirada.
¿Acaso lo tomó prestado durante una reunión?
—Voy a abrirlo para ver. —Ana tampoco estaba segura de qué podría haber de extraño en el bolígrafo, pero este en particular le causaba incomodidad.
Desmontó el bolígrafo de un solo movimiento.
Finalmente, Ana descubrió lo extraño.
En la punta del capuchón del bolígrafo, había un hueso muy pequeño y fácil de pasar por alto.
Estaba perfectamente adherido al extremo del capuchón, y al encajar el capuchón, no se percibía que hubiera algo extraño.
Si no se realizaba una inspección minuciosa, jamás se habría notado.
Y, por supuesto, nunca se habría pensado que se trataba de un hueso.
—¿Tie

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda