Capítulo 1233

Yalena miró a Gustavo con incredulidad. —¿Cómo que desapareció? Yalena le dio una cachetada a Gustavo. —¡Inútil! ¡Ni siquiera eres capaz de encargarte de una persona! Desde el día en que Mavric renunció, Yalena ya había decidido que debía hacerlo desaparecer. Al fin y al cabo, él sabía demasiados de sus secretos, y también sabía quién era ella realmente. Por eso, Mavric no podía quedarse. ¿Pero ahora resulta que él había desaparecido? Eso significaba que Mavric era una bomba de tiempo, capaz de hacer saltar por los aires a Promesas Inversiones en cualquier momento. Ahora, además, circulaban rumores sobre que las inversiones de Promesas Inversiones eran una estafa. Era literalmente una desgracia tras otra. Yalena, irritada, dijo: —¿Por qué, si todo iba tan bien, han empezado a surgir problemas uno tras otro? Tengo un mal presentimiento. Yalena nunca antes había sentido una sensación así. —Jefa, no se preocupe, esto no son más que pequeños contratiempos. Mavric no podrá esconderse mucho