Capítulo 86

¡Ah!”. Ada se cubrió la cara con incredulidad. Hizo una mueca de dolor mientras fulminaba con la mirada a Silvia y decía: “¡Cómo te atreves a abofetearme!”. Justo después, Silvia volvió a abofetearla. “Ada Pond, no me podría importar menos tus pequeños trucos sucios, pero parece que crees que te tengo miedo”. Ada estaba tan furiosa que casi enloquece. ¡Esta zorra la había abofeteado dos veces seguidas! ¡No podía soportarlo! Se abalanzó sobre ella e intentó abofetearla, pero Silvia la agarró de la muñeca y la empujó hacia atrás. La espalda de Ada golpeó la encimera de la cocina con gran fuerza, y el dolor la hizo gritar. Silvia miró fijamente a Ada y sus ojos no reflejaban calidez alguna. “¡Parece que esas dos bofetadas no te han despertado!”. Cuando Silvia empezó a caminar hacia ella, Ada se mordió el labio inferior. Sabía que no tenía ninguna posibilidad contra Silvia, así que el miedo llenó sus ojos. En cuanto Silvia se paró frente a ella, la puerta de la cocina se abrió de r