Capítulo 23

—¡Buen día! —me saludó Olivia con voz cantarina en cuanto subía al auto. Incluso el día de ayer, después de que me dejara en casa, estuvimos enviándonos mensajes de texto toda la noche. Al principio, me había sentido un poco amenazada y pensé que era una persona fría, pero solo era alguien linda que intentaba ser mi amiga. No podía deshacerme de la sensación de que eventualmente tendría que contarle sobre mi embarazo y que nunca fue mi plan quedarme en la fábrica por mucho tiempo. —Estás de buen ánimo —le dije, apreciando su brillante sonrisa. —Por supuesto. Mañana tenemos el día libre —expresó contenta. Solo entonces caí en la cuenta de que había empezado a trabajar un jueves temprano en lugar de un típico lunes. Era inusual, pero no tenía derecho a quejarme. —¿Y tú estás acostumbrada a levantarte temprano? Miré a Olivia ante su pregunta. —No, en mi anterior trabajo nunca tuve que hacerlo. —Oh, ¿en qué trabajabas? Mi mente se adormeció mientras interiormente me golpeaba por haberme me