Capítulo 39

Todos estaban muy curiosos por saber qué regalaría Vanessa, estiraban el cuello para mirar hacia adelante. Solo Bianca permanecía sentada en su lugar, eligiendo entre los bocadillos que tenía frente a ella. Además de pastelitos, había varios macarrones. Bianca no era muy fanática de los dulces, pero en ese momento lo único que había, aparte de eso, era alcohol. Gloria abrió el regalo con cierta rigidez. No esperaba que una familia modesta como los Reyes pudiera obsequiar algo valioso. Una gargantilla de esmeralda apareció ante sus ojos, combinando perfectamente con el vestido que Gloria llevaba ese día. —Este collar lo mandó a subastar mi padre en Sudamérica. ¡Creo que encaja perfectamente con su elegancia! Vanessa hablaba mientras le colocaba el collar a Gloria. Los diamantes de esmeralda no eran nada baratos. Gloria, encantada, dirigió su mirada a Fidel. Él entendió de inmediato y, como por arte de magia, sacó un espejo desde atrás. —Mire qué bien le queda lo que escogió su nuera. ¿N