Capítulo 125

Me hundí en el mar oscuro. Milagrosamente, no sentí frío. Sentí calor, como si hubiera vuelto al abrazo de mi madre. Estaba tan cómoda que no quería abrir los ojos, solo quería dormir profundamente, justo en los brazos de mamá. ... —¡No se puede medir la presión, no se puede medir la presión! ¡Transfusión! ¡400 mililitros! —¡Desfibrilador! ¡Rápido! ¡Aparten! —¡Aparten! ¡Preparando cirugía! —¡Sara, me equivoqué! ¡Sara, no me asustes, ¿por qué eres tan tonta?! —¡Sara! ¡Despierta, Sara...! —¡No me detengan, Sara...! Qué ruido tan molesto, quiero dormir. Justo cuando intentaba hablar, de repente un torrente de sangre salió de mi boca. —¡Está vomitando sangre!... ¿Vomitar sangre? ¿No estoy muerta? Me esforcé por abrir los ojos, y realmente los abrí. Vi las luces blancas brillantes sobre mi cabeza, y a mi alrededor un alboroto de voces desordenadas. —Sara, resiste. Una voz entró en mi mente. En medio de mi confusión, vi una cara. Quise sonreírle, quería decirle que estaba bien, pero algo que