Capítulo 126

Un beso ligero, como el de una mariposa, cayó sobre mi mejilla. ¿Un beso? ¿Eso se llama un beso? ¿No es eso una mentira para los niños? De repente, me enojé. Me estaba enfadando tanto que, de repente, mis ojos se abrieron. El hombre frente a mí, al ver que abría los ojos, se quedó petrificado. Ah. Luego, su sonrisa se agrandó cada vez más. Yo, molesta, murmuré: —Qué mentiroso... Él sonrió, y sus ojos brillaban como los ojos más hermosos que había visto. Entonces, lo vi inclinarse bruscamente hacia mí y besar profundamente mis labios... Hmm, eso sí era un beso. ... Desperté. Desperté después de un mes de estar inconsciente. Lo primero que vi al despertar fue a Manuel, y luego... Ee despertó con un beso. Fue una manera muy bonita. Me sentí muy bien, como si hubiera renacido. Anita llegó corriendo al hospital, tambaleándose, y comenzó a llorar y arrepentirse. Mi voz aún estaba muy ronca, así que solo dejé que llorara, limpiándose la cara con las lágrimas y mocos, frotándose contra mí. Ani