Capítulo 24

Tanto tiempo que pensé que Víctor había puesto el teléfono en silencio. Estaba impaciente y a punto de colgar cuando la voz de Víctor volvió a sonar: —Sare, eso fue un malentendido. Hoy es el cumpleaños de María, simplemente la acompañé a cenar y le entregué el regalo que había prometido darle antes. Realmente... Sonreí levemente. Creo que mi tono fue muy relajado al hablar. Dije: —Presidente Víctor, gracias por hacerme ver que en este matrimonio soy como un payaso. ¿Estás acostumbrado a dar ese tipo de explicaciones? —Todo es un malentendido. No hay nada entre nosotros. Te lo estás tomando muy a pecho. No armes un escándalo. No hagas un lío. Jejeje... Dije suavemente: —Presidente Víctor, que tengas una agradable cena con María esta noche, y que ella tenga tu compañía en cada uno de sus cumpleaños. Colgué el teléfono y de inmediato añadí ese número a la lista negra. El mundo se volvió tranquilo de nuevo. Tomé un gran sorbo del vaso de agua que tenía al lado de la cama. Estoy tan cansad