Capítulo 70

Me contagié de su risa. No sabíamos que Laura y Marta en la tienda estaban muy enojadas. Marta: —Laura, ¿así que vamos a dejar que nos insulten y se escapen? Laura, con el rostro meticulosamente maquillado, lanzó una mirada siniestra: —Lo de la última vez aún no se ha resuelto. Espera un momento. Llamó a un tasador que salía del salón VIP y le hizo algunas preguntas. El tasador respondió: —Sí, hace un momento la Señorita Sara trajo varios objetos valiosos para convertirlos en efectivo. Laura comentó: —Nos gustaría verlos, quizás algo nos interese. El tasador, ahora más respetuoso, asintió: —Por supuesto, Señorita Laura, Señorita Marta, por favor entren y elijan. Laura y Marta entraron y quedaron sorprendidas. Sobre una gran mesa se desplegaban bolsos de lujo resplandecientes, varios de ellos de edición limitada. Marta susurró a Laura: —Laura, no podemos permitirnos esto. Laura le hizo señas para que guardara silencio y luego sonrió con falsedad al tasador: —Una amiga mía también adora