Capítulo 40 ¿Cómo podrías no odiarme?

Andrea observaba a Julia, como si quisiera descubrir en su cara el dolor reprimido de la resignación. Pero no había nada de eso. Julia hablaba con un tono normal mientras decía aquellas palabras. —¡Deja de actuar! —dijo Andrea con desagrado—. Te divorcias de Diego, ¿cómo es posible que no me odies? Si no, ¿por qué salías de la oficina de la alta dirección? —¿Acaso venir a AeroEstrella tiene que ser únicamente por tu culpa? —respondió Julia con una sonrisa irónica. Julia había ido a AeroEstrella solo porque debía llevar las cenizas de sus padres en el avión rumbo a su ciudad natal, Montaña Azul. Por eso fue a explicar la situación y dejar constancia. Y al enterarse de que las cenizas que trasladaba eran de mártires, los directivos de AeroEstrella incluso quisieron reunirse personalmente con ella. Pero todo eso, Julia no tenía por qué explicárselo a Andrea. —Si me odias, prefiero que lo digas de frente, con franqueza, y no que uses trucos despreciables a escondidas. —Andrea alzó el mentó