Capítulo 48 Soldados en el aeropuerto para despedir las cenizas de los mártires

¡Sergio había llegado! Julia miró atónita la figura no muy lejana, y detrás de Sergio venían el doctor Adolfo, los antiguos camaradas de armas de su padre y su madre, así como dos filas de soldados vestidos con uniforme militar. Aquellos soldados avanzaban con movimientos perfectamente sincronizados, y en sus caras había una solemne seriedad. El salón de espera del aeropuerto quedó de pronto en silencio. Todos miraban sorprendidos a esos hombres vestidos de verde. Los ojos de Julia se enrojecieron de golpe. Hace un momento, cuando la habían humillado e incluso había recibido el golpe de una porra eléctrica, no había querido llorar. Pero en ese instante, las lágrimas casi brotaron de sus ojos. Julia comprendió: Sergio y los soldados del cuartel habían venido a despedir a sus padres. El personal de seguridad del aeropuerto bajó de inmediato las porras eléctricas que llevaba en la mano, sin atreverse a realizar más movimientos. Al ver esos uniformes frente a ella, Julia recordó que alguna