Capítulo 52 La madre predilecta

¿Dolores? Al parecer, aquel día volvía a ser un escenario cargado de peligros ocultos. En la mirada de Susana destelló una fría luz. Ella conocía la verdad sobre la familia Valdez y no tenía intención de enredarse con ellos. Sin embargo, como Dolores insistía en provocarla, Susana tampoco era alguien débil a quien se pudiera humillar a voluntad. —Está bien, regresaré. —La voz de Susana sonó serena. Laura respondió con un escueto "ajá" y colgó. Miró entonces a Dolores, que estaba a su lado vestida con un impecable vestido blanco que irradiaba pureza, y en sus ojos se reflejaban ternura y compasión. —Dolores, eres demasiado bondadosa. Es una lástima que Susana casi no quisiera aceptar. Dolores sonrió dulcemente. —No importa; después de todo, yo le quité el lugar a Susana. Estoy segura de que muy pronto se dará cuenta de lo buena que soy. Mientras hablaba, en su mirada asomó una ligera sombra de tristeza. Laura, conmovida, la estrechó entre sus brazos con afecto. —Cariño, ¿cómo que le qui