Capítulo 194

A Lucía no le preocupaba si la cantidad de dinero era grande o pequeña, pues de todos modos, y fuese la cantidad que fuese no iba a caer en sus manos. Al salir del hospital, se dirigió directamente hacia la parada de autobús. Inés la agarró de repente: —No me acostumbro a los autobuses, mejor tomemos un taxi. Sin esperar la respuesta de Lucía, la arrastró hacia la acera para detener un auto. En la esquina de la calle, un Maybach estaba estacionado. La ventanilla se bajó ligeramente, y desde dentro, los ojos penetrantes de un hombre escudriñaban el exterior. Al ver que Lucía e Inés subían a un taxi, subió la ventanilla y se dirigió directamente a las oficinas de Grupo Nubes. Los contratos que se habían quemado ya habían sido renegociados y firmados de nuevo por todos los socios comerciales. No obstante, como gesto de buena voluntad, el Grupo Nubes había ajustado cada contrato, reduciendo ligeramente los márgenes de beneficio. Sumados todos, los contratos modificados representaban