Capítulo 293

La familia Fernández estaba en desorden. Aunque la señora Sandra no lloraba todos los días, su rostro siempre estaba lleno de preocupación. Si no fuera por las constantes persuasiones de Silvio, la señora Sandra ya habría buscado a Wálter, o a Lucía para aclarar las cosas. Se esperaba que Wálter resolviera todo en el menor tiempo posible, pero después de tantos días, no había ninguna noticia. —No nos vamos a divorciar —dijo Wálter con tono firme. Silvio se sorprendió, incluso Ana, que estaba frente al escritorio de la computadora, levantó la cabeza para mirar a Wálter. Sus palabras fueron algo inesperadas para ellos. —¿Entonces, ya hablaste con Luci? —preguntó Silvio de nuevo. Wálter guardó silencio por unos segundos, y su tono, antes confiado, ahora parecía menos seguro. —Voy a investigar a fondo la acusación de ella sobre mi infidelidad. Es decir, aún no había hablado con ella. Silvio parecía pensar que el problema residía en Wálter, independientemente de si se di