Capítulo 21
El que había venido era Jaime.
Llevaba el traje desaliñado, con los ojos enrojecidos y profundas ojeras, evidenciando que llevaba días sin descansar.
En cuanto Andrea lo vio, su expresión se endureció. Sin dudarlo, intentó cerrar la puerta, pero con agilidad Jaime metió la mano y la detuvo.
—¡Ah...!
Acto seguido apareció una marca roja en su antebrazo. Jaime contuvo el aliento y apretó la mandíbula para soportar el dolor.
Pero Andrea no mostró la menor compasión por él: —¡Suelta!
—Cariño...
La voz de Jaime sonaba ronca, cargada de emociones contenidas, esforzándose un poco en aparentar normalidad. —¿Viniste a ver a tus padres y no me avisaste? Me preocupé al no encontrarte.
Andrea sonrió con cierto sarcasmo.
En su mirada solo había desprecio. —Señor Jaime, supongo que ya recibió el acta de divorcio que le mandé, ¿no es así? Por favor, guarde las formalidades y deje de llamarme así. Ya no soy su esposa.
—Y mucho menos venga ahora diciendo que estaba preocupado porque no me encontraba. ¿

링크를 복사하려면 클릭하세요
더 많은 재미있는 컨텐츠를 보려면 웹픽을 다운받으세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.