Capítulo 128
Diego estaba furiosos. Miraba fijamente a Rocío y entre dientes dijo: —Cierra el mascadero.
María torció un poco la boca, pero no continuó hablando.
Rocío, sosteniendo la medicina, se giró y se encontró con la mirada de Diego. Al ver a María y Diego, Rocío frunció la frente de manera casi imperceptible.
Para su sorpresa, esta vez Diego tan solo la miró fríamente y se marchó.
Rocío estaba algo perpleja, pero no le dio mayor importancia.
Pronto pasó el día y Rocío se preparó para irse después del trabajo.
Antes de salir, cerró con llave la puerta. Esta vez no vio aquella figura familiar en la entrada, suponiendo que Tomás realmente se había ido.
Rocío no sabía si sentirse aliviada o qué, pero procedió como de costumbre a cocinar y comer. Luego subió a bañarse.
Justo después de salir del baño, oyó que su celular sonaba.
Era una llamada de Ana.
Rocío se apresuró a contestar.
—Tía Ana.
—Rocío, ¿aún no te has acostado?
—Acabo de terminar de arreglar todo, estaba por irme a dormir. —respondió

링크를 복사하려면 클릭하세요
더 많은 재미있는 컨텐츠를 보려면 웹픽을 다운받으세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.