Capítulo 18 Hacer que él venga a reconciliarse

Anteriormente, mis padres ya me habían aconsejado que, aunque me gustara mucho alguien, no debería renunciar a mis anhelados sueños. Pero en aquel momento, solo tenía ojos para el desgraciado del Evaristo, ¿cómo iba a obedecer? Incluso discutimos varias veces por esto, y ahora que lo recuerdo, fue realmente estúpido y lamento mucho haberlos decepcionado. Esbocé una sonrisa y dije seriamente: —Papá, ¡de ahora en adelante viviré solo para mí! —¡Eso es, esa es mi hija! Después de hablar un rato, mi atención regresó a los documentos que tenía en la mano, sobre un proyecto en colaboración con el Grupo Rodríguez, en su momento más crítico. Si todo procedía como de costumbre, en menos de un mes, el Grupo Rodríguez ganaría una suma considerable de dinero. Pero debido a mi intervención, el Grupo Rodríguez perdió esta valiosa oportunidad, obviamente no estaban contentos con lo sucedido, por lo que estos últimos días habían estado enviando gente a la empresa para intentar recuperar la colaboració