Capítulo 6

En ese momento, al ver esos dos objetos, Aarón lo recordó todo. Resultaba que aquel día, cuando yo le pregunté si todavía recordaba su promesa, me refería preciso a esto. Él se agachó, tirándose con ambas manos el cabello con fuerza. No podía entender por qué todo había llegado a este punto. Nos habíamos amado tanto; habíamos sido tan felices. ¿En qué momento empezó a cambiar? ¿Fue cuando aceptó ante su madre y prometió hacerse cargo de Mónica? ¿Fue cuando entró por primera vez en la habitación de Mónica? ¿O fue el día en que Mónica anunció su embarazo y él colocó ese collar de diamantes en su cuello? Aarón se cubrió el rostro, dejando escapar un sollozo reprimido entre los dedos: —Daniela, lo siento mucho... ¿te he perdido? Y en ese momento yo ya me había subido a una lancha rápida previamente arreglada, navegando por un afluente hacia otra ciudad. Aproveché la ocasión para celebrar mi cumpleaños sola en el río y así la persona con la que había contactado de antemano me recogió aguas