Capítulo 1050

Por otro lado, en Costadorada, desde que Andrea se casó con Alejandro, rara vez ha podido salir. Siempre está acompañada por dos guardaespaldas, y adondequiera que fuera, esos dos la siguen. Al principio, pensaba que podría soportarlo, pero con el tiempo, esa incomodidad se fue haciendo más evidente. Alejandro no la dejaba enterarse de nada, y además, se encargó de enviar a sus padres sin consultarle a otro lugar. Ahora, la familia Gutiérrez estaba bajo su control; nadie se atrevía a desafiarlo. Por si fuera poco, sus métodos comerciales se volvían cada vez más intimidantes, y según se decía, recientemente había adquirido varias empresas. Andrea, que ya tenía su propia empresa, no había podido atenderla durante un mes. Ahora, que finalmente había terminado de resolver todos los asuntos, se notaba el cansancio en su cara, tenía ojeras. Su asistente le aconsejaba. —Señorita Andrea, tal vez debería hablar con el jefe Alejandro. La empresa está por salir a bolsa, y si esto sigue así, la sa