Capítulo 1473

Lorena tenía en las manos una bandeja y sobre la bandeja había todo tipo de cosas deliciosas, incluyendo frutas. —Come algo primero. Estos días vamos a estar en el barco, no podremos ir a ningún lado. La mirada de Sebastián recorrió los alrededores. La puerta estaba justo detrás de ella, no había a dónde ir. Lorena sabía que no podía apresurarse, pues podría asustar al niño si lo presionaba, así que colocó la bandeja a un lado y sonrió. —No te voy a mirar. Puedes comer despacio. Tu amiguita está en el cuarto de al lado, ahora está mucho mejor de ánimo. Cuando regresemos a Norteamérica, buscaré a alguien que le enseñe poco a poco a hablar. Sebastián permanecía de pie sobre la cama, manteniéndose alerta. Esperó hasta que Lorena se fue y bajó la mirada hacia la bandeja sobre la mesa. Tardó tres minutos en decidirse y se sentó en el banquito junto a la cama. Se comió todo lo que había en la bandeja. Lorena observaba desde la ventana. Se asomaba solo un poco, sin atreverse a dejar que el ni