Capítulo 299

Yago se quedó completamente rígido, enmudecido al instante, y su rostro palideció de golpe. Lorena recogió la ropa del suelo y se la arrojó. —Esta ropa cuesta varios miles de dólares. Sé un poco más ahorrativo. Todo lo que gastas ahora pertenece a la familia Guzmán. Tú todavía no has empezado a ganar dinero. Esa frase fue como una espada clavada en el pecho; el último atisbo de color desapareció de su rostro. Abrazando la ropa, se dio la vuelta con aire abatido. Al abrir la puerta del coche, aún no lograba resignarse, y tenía los ojos llenos de calor. —Lorena, ¿quién es tu novio? ¿Puedo conocerlo? Solo quería saber en qué había perdido exactamente. Aunque fuera un inútil, ¿acaso era peor que un camarero? Lorena cerró los ojos sin más. —¿Para qué quieres verlo? No le gusta conocer gente. ¿Un camarero que no quiere ver a nadie? Je... seguro que era horriblemente feo, y temía hacer quedar mal a Lorena. Y claro, a Lorena no le faltaban hombres guapos a su alrededor; su propio hermano Juan