Capítulo 673

Claudia estaba sentada al borde de la cama, con la cara llena de ira. Repitió lo que había hecho Carmen y dirigió una mirada afilada hacia Carmen, que estaba arrodillada en el centro. La cara de Carmen estaba sin un ápice de color, pero aún mantenía la espalda erguida. —Mamá, esta vez lo hice yo sola. Si tienes que castigar a alguien, castígame solo a mí. Fui yo quien no pudo resignarse. Ella seguía arrodillada en el suelo, golpeando la frente contra el piso, y ya tenía la frente cubierta de sangre fresca. —¡No puedo resignarme! Mis dos hijos... ¿por qué ninguno de ellos puede ser aprovechado? No puedo aceptar que Gabriel haya muerto así, no puedo aceptar que ustedes supieran la verdad y, por temor al poder de Pedro, se hicieran los sordos y mudos. ¿Acaso, aparte de él, los demás de la familia Guzmán no tenemos derecho a vivir? La expresión de Pedro era muy fría. Se recostó lentamente hacia atrás. —Durante más de diez años, Gabriel intentó asesinarme no menos de cien veces. Si realment