Capítulo 1017

Camila sonrió con agrado. —¡No te preocupes, llegaste justo a tiempo! Aquí está el menú, vamos a pedir. Camila le entregó el menú a Luciano. Luciano lo tomó en sus manos, lo abrió y dijo entusiasmado: —Camila, recuerdo que cuando eras niña te gustaban las costillas BBQ. En ese momento, Samuel ya había terminado la llamada y regresaba a la puerta del salón privado. Como la puerta no estaba cerrada, él alcanzó a escuchar la voz de Luciano, que hablaba con Camila sobre la infancia. La mano de Samuel, que descansaba en la manija, se retiró lentamente. No se apresuró a entrar, sino que se quedó en la entrada, deseando escuchar qué más conversaban Camila y Luciano. Camila respondió: —No solo me gustaban las de niña, ¡ahora también me encantan! Sabes es raro que todavía recuerdes mis gustos de cuando era pequeña. Luciano sonrió con calidez. —¡Claro que lo recuerdo muy bien! Pero en aquel entonces estabas unida a Alarico, y además ambas familias ya habían pactado un compromiso matrimonial. Cam