Capítulo 98 ¡La hija es quien mejor conoce a su padre!

Daniel, al comprender la situación, soltó una sombría sonrisa y dijo: —¿Así que eras tú? Ximena lo miró con el rostro lleno de desconcierto y le preguntó: —¿Querido, conoces a este campesino? —Lo vi una vez durante el día. Desde entonces sentí que no era buena persona. Lo que no imaginé fue que tuviera tanta habilidad como para engañar a Rocío. Daniel era un hombre bastante astuto, y por supuesto no iba a enemistarse con Tomás por culpa de un campesino vulgar como este tal Simón. Entonces, tomó el radiotransmisor y gritó con firmeza: —¡Seguridad venga rápido! Muy pronto, el jefe de seguridad apareció corriendo como loco con un grupo de guardias uniformados. —¿Jefe Daniel, qué ordena? Daniel señaló a Simón y dio la orden enseguida a los guardias: —¡Saquen a golpes a este campesino vulgar! —¡Sí, señor! Los guardias tomaron sus armas y se abalanzaron decididos a golpear a Simón hasta matarlo. Rocío, al ver lo que ocurría, se apresuró enseguida a abrir los brazos y se interpuso frente a Si