Capítulo 15

La Casa Martínez celebraba una fastuosa recepción. Todo el lugar había sido transformado al estilo barroco: cuadros, esculturas y arquitectura palaciega, mientras pavos reales cruzaban el jardín con elegancia. Las figuras más destacadas asistieron, convocadas por un solo motivo: Ricardo haría un anuncio importante. Desde la terraza del segundo piso, con un cigarro encendido, Ricardo observaba con gesto sombrío a los invitados que se mezclaban abajo. Florencia, tomada de la mano de Tomás, avanzaba con porte altivo entre un grupo de amigos. —Dios mío, ¡qué despliegue! —Comentaban. —Con semejante preparación, seguro te pedirá matrimonio. —Bromeó una de las invitadas. Tomás, al oírlo, saltó entusiasmado. —¡Qué bien! ¡Seré el heredero de la familia Martínez! Florencia alzó el mentón con orgullo, disfrutando de los halagos y las miradas. ¿Qué otra cosa podía ser esa importante noticia, sino una propuesta de matrimonio? La última vez, Tomás casi arruinó todo con un comentario, pero ella logró