Capítulo 9

Diego siguió llamando, pero seguía sonando ocupado. Empezó a enviar mensajes, pero enseguida aparecía un molesto icono rojo, la otra persona había bloqueado la recepción. Sus amigos, que nunca lo habían visto tan alterado, intentaron animarlo todos a la vez. —Diego, cálmate, hoy todo el mundo te está observando. —Eso es, Sonia te adora. Seguro que solo quiere darte un susto. Intenta localizar su teléfono, así la encontrarás seguro. Escuchando estos consejos, logró recuperar un poco la calma. De inmediato, le envió un mensaje a Rodrigo pidiéndole que averiguara el paradero de Sonia. Una hora después, Rodrigo respondió: [Señorita Sonia fue localizada en la casa de las afueras, pero ahora no se puede concretar su ubicación exacta; puede que sea por mala señal.] No era una buena noticia. Pero al menos era mejor que no tener ninguna pista. No podía quedarse quieto. Ignorando las palabras de sus amigos, salió directamente hacia la estación de autobuses. Las sienes le latían con fuerza; solo