Capítulo 407

—¡Mátenla! —El hombre tatuado era el líder. Apenas gritó esto, los demás se lanzaron en masa sobre Rosa, intentando superarla en número. Todos se fueron a golpearla sin prestar atención a Fabiola. Luisa corrió hacia ella y la sostuvo. —Señorita Fabiola, despierte, señorita Fabiola, soy Luisa. Aquellos hombres no tenían tiempo para ocuparse de ellas. Así que Luisa le ayudó a caminar hacia el auto. —Señorita, aguante un poco, la llevaré al hospital. Esos hombres se abalanzaron sobre Rosa con toda su furia. Sin embargo, la habilidad de ella superior. Rosa vestía de negro. Su mirada era aguda como la de un águila y su figura, como la de un leopardo, se movía ágilmente. Se desplazaba entre ellos dando movimientos rápidos, precisos y letales. Ella lanzó un feroz codazo que derribó a uno de los hombres, haciéndolo tambalearse y caer al suelo. Luego, dio una patada giratoria que impactó en el rostro de un hombre corpulento, dejándolo con la nariz hinchada y sangrando. Al mismo tiempo, el hombr