Capítulo 451

Andrés rodeó a Luisa con ambos brazos, y su voz grave y baja resonó sobre la cabeza de ella. —Te he echado de menos. En los labios de Luisa se dibujó una leve sonrisa. —Yo también te he echado de menos. —Si me echabas de menos, ¿por qué no me llamaste? ¿Por qué no viniste a buscarme? ¿Eh? —Tenía cosas que hacer. —¿Qué cosas? —Quedé con Catalina para ir de compras. El tono del hombre sonó un poco celoso. —Oh, ya entiendo, tu amiga es más importante que yo. —¿Acaso sientes celos de Catalina? —Luisa no pudo evitar reírse. Los labios del hombre descendieron, rozando el lóbulo de la oreja de Luisa; le susurró al oído con una voz sensual y provocadora: —Yo también puedo acompañarte de compras. —No. Eso sería demasiado evidente. Todavía no era el momento. Bajo la mirada de su padre, si alguien los veía y se lo contaba a él, no podrían evitar una discusión. Quizá incluso se verían obligados a separarse. El aliento de Andrés rozó el cuello de Luisa, haciéndole cosquillas. La voz del hombre sonó