Capítulo 93

—Esta mañana tienes el día libre —dijo Marceau con voz un poco ronca. Tenía el sueño ligero por naturaleza y podía dormir cuatro horas al día. La única razón por la que se quedaba en la cama durante las últimas horas era su tierna mujer que se acurrucaba a su lado. Respiró profundamente, inhaló su aroma único y cerró los ojos. La noche anterior había sido una absoluta felicidad. Todavía sin estar convencida, Anneli tomó su teléfono de la mesita de noche. Joseph había enviado un mensaje diciendo que iba a dar una charla a los actores principales durante la primera mitad del día y pidió al equipo de maquillaje que descansara mientras tanto. Lo había enviado alrededor de la medianoche. Algo no cuadraba. ¿Por qué el aviso tan breve? Después de mirar fijamente la pantalla por un momento, escuchó a Marceau murmurar: "Le pedí que te enviara ese mensaje". Anneli arrugó el rostro. Estaba sorprendida e indignada al mismo tiempo. Por eso no la había dejado en paz hasta la madrugada. ¡Ya sabía que