Capítulo 123

Vivianna respiró profundo porque era lo suficientemente sensible para darse cuenta del bajón anímico de Augustine. De pronto, la atmósfera de la habitación se tornó gélida. Ella se puso de pie y se fue al baño a asearse. Al regresar a la habitación, vio que Augustine ya no estaba en la cama, y no pudo evitar ponerse nerviosa. Cuando empujó la puerta y salió, escuchó un portazo y su corazón se aceleró. Él acababa de irse. Vivianna respiró profundo y exhaló, y luego vio la hora. Debía irse a la oficina porque le daba pena seguir pidiendo permiso. Compró algo para desayunar camino a la oficina. En los últimos dos días, había tenido muchas cosas en la cabeza y se le había acumulado el trabajo. Cuando Linda pasó por la puerta de Vivianna, le dijo: "Ven a mi oficina que tengo algo que decirte". La joven recogió sus cosas rápidamente y fue a la oficina de su jefe. "Vivianna, gracias a ti, nuestra empresa recibió un encargo personal recientemente. De hecho, hemos tenido casi cinco veces más pe