Capítulo 345

"¿Tú... todavía quieres?" Vivianna se volvió y le lanzó una mirada a aquel hombre. "Mis ansias de ti jamás se calmarán", declaró, anheloso."Ahora ve al asiento trasero", la apremió. "Pero alguien podría vernos, Augustine...", repuso en tono vacilante. "Tranquilízate, nadie va a importunarnos", dijo con suavidad y luego la empujó hacia el asiento trasero. Vivianna se mordió los labios, pensando que él no dejaba de poner a prueba su mente. Sin embargo, su poder de persuasión era equiparable al de un demonio. El temor invadió a Vivianna; su corazón latía desbocado. Su nivel de consciencia disminuía. Comenzaba a sumergirse en la envolvente atmósfera que él hacía surgir, y no lograba liberarse de aquel poder hipnótico. En el interior del vehículo todoterreno hacía un intenso calor y la naturaleza alrededor era increíblemente estimulante. Un amenazador destello de luz brilló en los ojos de aquel hombre; recordaba una bestia hambrienta y sedienta. ¡Y ahora estaba a punto de tragársela de un