Capítulo 128

Hoy empecé a entrenar un poco más tarde, así que me quedé en el salón de desayunos, descansando con mi tercer café (o incluso podría haber sido mi cuarto) y otro pastelito más. El nuevo chef era un genio en la cocina y los pasteles que hacía eran más que deliciosos... probablemente no eran los mejores para mi cintura, pero no era como si no fuera a quemarlo dentro de un rato en el campo de entrenamiento... o en el gimnasio esta noche. La alegría de ser una guerrera dedicada. No es que tuviera mucho más que hacer. La mayoría de los demás chicos de mi escuadrón ya se habían ido, así que me quedé sentado solo. Había pensado echarle un vistazo a Quinn, ver cómo le iba. Siempre era buena para ponerse al día. Era divertida y fácil de conversar. Agradable a la vista también, para ser justos, pero tenía la sensación de que Fabian sentía algo por ella, aunque no creo que alguna vez me lo admitiera. No, nunca lo haría. Y, después de que los vi juntos en el bosque el otro día, me mostré aún más f