Capítulo 165

—Prueba un poco —Adrián levantó la manzana de caramelo hacia mi boca. Me incliné instintivamente, pero él la levantó de nuevo, con una actitud de que no se rendiría hasta que comiera. Así que abrí la boca y mordí la manzana; su sabor era dulce y un poco ácido, realmente delicioso. La verdad es que estaba rico, pero no tan equilibrado como las frutas confitadas que tenía en la mano, que eran dulces y sabrosas. Sin embargo, ante la mirada de Adrián, solo pude aparentar que era delicioso, diciendo: —Está muy bien. —También quiero probar lo tuyo— dijo Adrián, sin probar la manzana en su mano. Instintivamente, escondí las frutas confitadas detrás de mí, como un niño que teme que le quiten sus caramelos. Adrián se rió: —Solo quiero probar una; no es como si las quisiera todas. Te veo tan nerviosa. Luego se rió un poco y añadió: —Eres un poco tacaña. Era cierto, me sentía así. ¿No era solo una fruta confitada? Así que se la di. Saqué la fruta confitada, elegí una peque