Capítulo 296

—¿Por qué Mario me llama a estas horas? Me lo preguntaba cuando Adrián añadió: —También te envió un mensaje. Mientras aún estaba un poco aturdida, él me pasó su teléfono. En ese momento, aún me sentía débil y cansada, y Adrián me miró diciendo: —Si no quieres contestar, no lo hagas. Justo cuando dudaba si responder, la llamada se cortó automáticamente. Tomé el teléfono y abrí los mensajes, eran los que no había visto en la mañana, todos sin leer. [Carmen, ¿podemos vernos?] [Carmen, hay algo que no sé si decirte.] [Carmen, responde cuando veas este mensaje.] Esos eran de la mañana, y había otros dos de la tarde. [Carmen, espero tu respuesta.] [Carmen, ¿estás muy ocupada?] Al leer estos mensajes, pude sentir la ansiedad de Mario y que había estado esperando mi respuesta. Decía que había algo que no sabía si contarme, seguramente algo que le causaba indecisión. Durante los años que nos conocemos, Mario siempre ha sido como un hermano mayor, protegiéndome y evitándome conocer problemas que