Capítulo 13

Jimena se asustó por las palabras heladas y sin temperatura de él; de repente, apretó con fuerza el vestido que llevaba puesto. Los pasos se acercaron lentamente hacia ella, y la palma de Baltasar cayó sobre la mejilla de Jimena. —¡Paf! Jimena soltó un grito miserable, la cara fue volteada hacia un lado y la comisura de su boca empezó a sangrar. Él tiró con fuerza de su cabello en la coronilla, y en su mente apareció la imagen de Antonia siendo torturada una y otra vez. Un dolor desgarrador hizo que Baltasar sintiera que hasta respirar era un sufrimiento insoportable en ese momento. —¡Tú... te atreviste a buscar a alguien para dañar a Antonia! —¡Paf! Otra cachetada, y Jimena quedó aturdida por el golpe. De repente, una figura apareció, blandiendo una escoba, y la golpeó con fuerza sobre Baltasar. —¡Aléjate de ella! ¿Quién te permitió pegarle a mi hija? ¡Te voy a matar! ¡Te mato! Baltasar apartó de un empujón a Marina, que estaba enferma. La cabeza de ella chocó contra la pared y quedó