Capítulo 12
El corazón de Baltasar dolía tanto que no podía respirar.
Sus puños estaban apretados hasta ponerse blancos.
De repente, se dio la vuelta para mirar a Mario.
Colocó con fuerza la mano sobre el brazo de Mario y apretó con fuerza: —Ve y tráeme a esas personas.
Mario ya había querido hacer esto desde antes.
Así que no respondió, se dio la vuelta y se fue.
En la oscura cámara subterránea de la profunda noche, comenzaron a sonar desgarradores gritos de dolor.
Aquellos que habían maltratado a Antonia estaban ahora colgados en el aire, y la sangre que fluía por todo su cuerpo teñía de rojo el suelo.
—¡Ah! ¡No fue culpa nuestra! ¡Solo cumplíamos con lo que se nos pagaba!
—Sí, señor Baltasar, la mujer que está a su lado nos dijo que si hacíamos bien el trabajo, nos dejarían salir antes.
—Sí, tenemos pruebas, grabamos el audio en ese momento, ¿no nos cree? ¡Podemos mostrarle la grabación!
Ellas apenas podían respirar, pero seguían aferrándose a la esperanza de sobrevivir.
No dudaron en traiciona

링크를 복사하려면 클릭하세요
더 많은 재미있는 컨텐츠를 보려면 웹픽을 다운받으세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.